martes, 21 de octubre de 2014

Infierno.

Infierno ven y abre tus fauces,
Engulle al este mísero colérico,
Arrástralo de la vista,
Y piérdelo en tus entrañas.

Ya no hay más, no me busques,
No me agredas, no me insultes,
Mi alma te dí y le escupiste,
La recuperé, pudrete,
Me perdiste, adiós,
Legajo de cólera,
Muere en mi no, para siempre.

sábado, 18 de octubre de 2014

Bello.

Qué  bello es morir en un sueño
Mecerse en primavera galáctica
Entre rosas sin espinas y azucenas.

Dormirse entre trigales y acariciar
Sus espigas ásperas y verdes,
Mientras, el sol, te calienta.

Qué bello es soñar sin sombra de realidad,
Sin martillos, sin espadas, sin cólera
Y en soledad.

Esperar lo no esperado, y quizás,
Robarle al tiempo la locura
De morir en un sueño, y éste, sea eterno.

Corazón azulado

Alcanzando con las manos la luna
Agudos destellos argenta acaricia.
Balanceando la historia con pericia
Por dolor, no hizo mención a ninguna.

En un clamor apasionado grita,
Mientras, sus labios, rozan levemente
El aire con tinte tan estridente
Que de rojo y violencia se agita.

Atisbo de suspiro provocado
Por el anhelo, quizás, una espera
En tiempo, tan dilatada. Callado

Sentido de un amor silencioso era
Y ahí, dentro, en corazón azulado
Permanece, como si no sufriera.

viernes, 17 de octubre de 2014

Ansias

Con ansias de recorrer el mar con mi cuerpo, la tarde se deshoja en rojo y añil. Con ansias de morderte y saborear la locura, la pasión, se marchita el sol en el horizonte. Y la dulzura de un beso robado al aire y de esa brisa que levemente me arrastra a tu regazo, me despido de ti esta tarde, hasta mañana sol dorado.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Susurros.

Entre susurros,
Sigilos,
Palabras encontradas,
Se deshacen dos amantes.

Tiempos de espejismos, 
Ritual de consuelos, 
Miradas al horizonte.

Sin un ayer, sin un mañana, 
Y con temor de que el hoy
Se acabe.

Amantes escondidos en la luna,
Refugiados en una hoja, 
Perdidos en la negrura. 

Caricias de aire, 
Brisas de labios, 
Ecos de gemidos, 
Y el silencio de la noche. 


martes, 14 de octubre de 2014

Madrugada.

En la confundida noche, 
Llovieron tristezas,
Y penas varias. 

De madrugada, el corazón, 
Gritó, 
Su eco se escuchó,
Acá, en la lejanía. 

En la mañana siempre 
Brilla el sol, 
A pesar de su amarga agonía. 

¿Con qué puedo endurlarla yo?
Si sólo a agarrar el aire alcanzo, 
Y morir en frío cristal, 
Sugiero, despacio,
delicadamente.